martes, 26 de abril de 2011

El embole triunfa, parte 7

La luz caía sobre mis ojos, no podía ver bien. Cuando me recupere recordé "todo", estaba en el bar de siempre, tomando mi café de siempre y preguntándome porque siempre terminaba en el mismo lugar. Le pague al mozo y sali a caminar como siempre, con mi tapado negro, mi libro para anotar y una cancionsita Badass sonando en mi cabeza.
Como cualquier cuentito pelotudo de falta de memoria me preguntaba que mierda hacia ahi y cual era la razon por la que no tenia recuerdos anteriores. Me senté en la primer rejita baja que vi en una casa, justo al lado de una parejita fogoseando, me miraron, los mire, y se fueron al grito de "Que chabon pajero" mientras la mina se desprendía la tanga del orto. Me dispuse a abrir mi librin para ver mis ultimas anotaciones con la esperanza de encontrar algo que me pudiera ayudar, entre tantos dibujitos cute encontraba frases sueltas como "Que embole que tengo", "No tenia que hacer esto" y "Cada 2 de agua, una de leche". Aquellas frases sueltas significaban tanto como los dibujos re gorditos que estaban a su alrededor, no tenían sentido alguno y como si fuera poco, no tenia ni idea de que había pasado. Suena mi celular en el bolsillo del sobretodo, cuando lo saca cae un atado de cigarrillos al piso, con la misma velocidad que atiendo ya tenia un pucho prendido en la boca. Era un mensaje de un numero que obviamente no tenia agendado que decía "Si querés mas de lo que te di y contarme como te fue, nos vemos en la plaza. PD: lleva magdalenas".

La plaza estaba solo a un par de cuadras y no tenia nada que perder, pase por un kiosko a comprar lo que me había encargado y cuando me quería dar cuenta salia con unos 1 peso de caramelo de vuelto, estos tipos son cada vez mas rápidos. No me fue difícil encontrar a quien me mando aquel mensaje, apenas aparecí por una esquina de la plaza venia corriendo hacia mi a los gritos.

- "¿Como te fue? ¿Estuvo bueno el viaje? ¿Que recordás?"
- "Absolutamente nada" Respondí. "Cuando me quise dar cuenta estaba sentado en un bar tomando café"
- "Eso no es bueno, volviste al mismo lugar de siempre a pesar de todo lo que te di"

Empece a preguntarme varias cosas: Quien era este tipo, cual era la razón por la que me conocía tanto y por que pestañeaba a destiempo.

- "Man" Le dije. "Quien carajo sos, que me diste y porque pestañeas así?
- "Todas tus preguntas tienen una respuesta y lo de mis ojos ignoralo. Pero primero lo primero, me trajiste las magdalenas?"
- "Si, acá las tenes"
- "Están abiertas..."
- "Y rellenas de caramelos masticables."


El tipo parecía estar atónito por no entender como había metido los caramelos dentro de las magdalenas sin romper el envoltorio que las recubre. Sin preguntar se mando la primera y me la escupió en el medio de la jeta, en ese momento no sabia si meterte una descendente en los dientes o tachar de la lista mi nueva idea millonaria "magdalenas arco iris". Me pidió que lo siga hasta un local de tatuajes cerca de donde estabamos, caminamos sin conversar y al llegar bajamos al sótano de aquel local. Estaba demasiado oscuro por lo que no podia ver casi nada, cuando me dispuse a preguntar si podía prender alguna luz me lleve un poste justo en el medio de la frente, no se como paso, para disimular me lo apoye un rato haciendo que bailaba. Cuando prendio la luz me despedí de mi poste amigo prometiendo que volvería algún día, me senté en una mesa con el aquel chabon el cual empezó a sacar frascos de un bolso y me pregunto.

- "¿Querés que te cuente todo lo que te metí en las venas o preferís saber cual fue la razón por la que contactaste conmigo?"

-----------------Continuara-----------------